MONTECRISTI, EL PAÍS Y EL MUNDO, ESTÁN DE LUTO
Con profundo pesar, informamos el fallecimiento de Don Osvaldo Virgil, el primer dominicano en jugar en las Grandes Ligas de béisbol, ocurrido en su natal San Fernando de Montecristi. Su partida marca el fin de una era, pero su legado perdurará por siempre en los corazones de quienes lo conocieron y de las generaciones de peloteros que siguieron su ejemplo.
Don Osvaldo fue mucho más que un deportista: fue un símbolo de perseverancia, humildad y orgullo para la República Dominicana. Su impacto en el deporte es inmensurable, y su contribución como pionero abrió el camino para que otros dominicanos llegaran al estrellato en las Grandes Ligas. En su honor, el aeropuerto de Montecristi lleva su nombre, una muestra de respeto y reconocimiento por su invaluable trayectoria.
La gobernadora de Montecristi, Nelsy Cruz, ha lamentado profundamente la pérdida de esta gloria del deporte dominicano. En sus palabras, expresó: “Hoy Montecristi y el país lloran la partida de un gigante, un hombre que llevó en alto el nombre de nuestra provincia y nuestra nación. Sþu legado y su ejemplo de lucha y superación personal vivirán por siempre en nuestros corazones. Paz a su alma”.
Hace apenas una semana, Don Osvaldo fue homenajeado por importantes figuras de la vida pública, incluyendo a la Vicepresidenta Raquel Peña, el ministro de Deportes, Kélvin Cruz, y la gobernadora Nelsy Cruz, quienes lo visitaron en su residencia, reconociendo su legado en vida.
Su partida deja un vacío profundo, pero su nombre continuará siendo sinónimo de grandeza, esfuerzo y éxito. Osvaldo Virgil no solo fue el primero en llegar a las Grandes Ligas, fue también un referente de humildad y carácter, un hombre que nunca olvidó sus raíces y siempre estuvo dispuesto a aportar al crecimiento de su comunidad y del deporte nacional.
¡Ha muerto un gigante del béisbol!
¡Paz a su alma, Don Osvaldo Virgil!